Curiosidades de los Juegos Olímpicos: El autógrafo
Amado Azar, fue un boxeador argentino que participó de los juegos olímpicos de Los Ángeles 1932. Cuando se encontraba entrenando en el gimnasio Manhattan antes de su debut, se le acercó un francés para pedirle un autógrafo. Chapurreando un poco en español y otro poco en inglés el galo le pidió que le firmara un autógrafo.
El peso medio acepto gustoso, pero apenas tomó la lapicera, el dueño del gimnasio, que conocía de sobra al taimado franchute, se le arrojó encima para evitar que estampara su firma. Lo que parecía una inofensiva hoja doblada era, en realidad, un contrato trucho que en el acto convertía a Azar en boxeador profesional y al traicionero francés en su representante.
Con su condición de amateur a salvo, Azara protagonizó un excelente torneo cayendo por puntos en la final ante el local Carmen Barth en el Auditorio Olímpico. " Estoy decepcionado el boxeo, no compito más".
A pesar de su desencanto, Azar se convirtió en profesional aunque sin el francés de como mánager. El "Sapo" libró 53 combates, ganó 47 (22 por nocaut) y perdió 6 (sólo uno por nocaut).
Se retiró en octubre de 1945 tras una exitosa defensa de su título de campeón nacional de medio pesado.